La nueva normalidad ha generado retos a los que las empresas han tenido que hacer frente a fin de dar continuidad a sus operaciones, lo que las ha llevado a tener una transformación de sus operaciones en diversos sentidos: tecnológicos, digitales y humanos a fin de impulsar su crecimiento y adaptabilidad ante los nuevos cambios. 

En el factor humano, la capacitación de la fuerza laboral es un aspecto que no puede ser descuidado, al contrario, este debe fortalecerse conforme las empresas van adoptando nuevas tecnologías.  

Asimismo, la industria cada vez más digitalizada requiere de una inteligencia colectiva, es decir, la conexión entre las máquinas y los humanos, de forma que logren colaborar en sintonía a fin de lograr los objetivos organizacionales, por tal, los constantes cambios tecnológicos requieren del conocimiento de las personas para lograr la máxima eficiencia y escalamiento de las nuevas tecnologías. 

El desarrollo y capacitación del talento es crucial para el éxito de las empresas dentro del contexto de la Cuarta Revolución Industrial. De acuerdo con la especialista de IDC, Roberta Bigliani, todo trabajador debe conocer a profundidad su área laboral para adoptar adecuadamente las nuevas tecnologías y no, por el contrario, ser desplazados por la automatización que sucederá en diversas tareas.  

De acuerdo con KPMG, en la actualidad, 66% de los CEOs globales piensan que la inmersión a las nuevas tecnologías es una oportunidad para las empresas de generar nuevos empleos, siempre y cuando la fuerza laboral esté capacitada para adaptarse a las mismas. 

La competitividad industrial es la mayor estrategia de crecimiento 

De acuerdo con la Unidad de Comercio Internacional e Industria, son diversos factores los que determinan la competitividad de una empresa manufacturera: 

  • Valor agregado: Propiedades/características del producto o servicio de una empresa que satisfacen las necesidades del consumidor. 
  • Rentabilidad: Determina si un negocio está generando beneficios suficientes para sostenerse, impulsando su crecimiento o, todo lo contrario. 
  • Innovación tecnológica: Modificaciones técnicas o científicas en los procesos que desarrollan, aplicados a bienes o servicios ofrecidos por las empresas. 
  • Calidad: Características viables de un producto en cuanto a funcionalidad, superación de expectativas y que logre satisfacer las necesidades del cliente. 
  • Productividad: Relación entre los recursos invertidos en una empresa y los resultados de las acciones llevadas a cabo para alcanzar los objetivos de la empresa. 
  • Desarrollo de capital humano: Brindar conocimientos y habilidades a la fuerza laboral, a través de capacitaciones y experiencia. 

Enfocando la atención en la última variable, el compromiso a la inversión del capital humano es prescindible para que las empresas puedan adaptarse a la nueva normalidad, generando ventajas sobre la competencia, así como la oportunidad tener un mayor posicionamiento.  

La competitividad de los trabajadores puede impulsar nuevos modelos de negocio o productos innovadores que potencien la aplicación de las nuevas tecnologías en la empresa, así como nuevos sistemas operativos o de organización interna, como externa, sin olvidar la capacidad de ponderar decisiones que impacten en la calidad y/o mejora de los procesos productivos.  

Si bien, es una realidad que las tecnologías como la automatización, la virtualización, la robótica, la inteligencia artificial, entre otras, han optimizado los procesos de producción de las empresas, sin embargo, el talento es quien hace posible su correcto funcionamiento y escalamiento.   

Es necesario el desarrollo del talento para impactar en la productividad de las empresas, así como indispensable para la adopción de nuevas tecnologías, por tal, es responsabilidad tanto del talento como de las empresas buscar las herramientas y oportunidades de capacitación, para la adquisición de las habilidades y competencias que la Industria 4.0 requiere.   

El desarrollo del talento es un componente requerido para que una empresa se sostenga y mejore su competitividad, siendo un costo – beneficio que impactará en la productividad y crecimiento de los fabricantes, permitiendo a los empleados adaptarse a las nuevas tecnologías de una mejor manera y así lograr una inteligencia colectiva entre máquinas y humanos.  

La capacitación del talento es indispensable para la adquisición de nuevas competencias tecnológicas, por tal, el Centro de Innovación y Diseño Industrial del Municipio de Puebla fomenta el desarrollo del talento a fin impulsar el crecimiento del Sector Automotriz y otros sectores estratégicos a través de la impartición de cursos y certificaciones especializados. Si deseas conocer más sobre nuestra oferta, te invitamos a descargar nuestro Catálogo de Cursos o Certificaciones.