Ante el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, las nuevas tecnologías continúan avanzando, mejorando y actualizando sus capacidades, transformando el panorama de la fabricación. Según el Foro Económico Mundial se espera que esta revolución genere hasta 3,7 billones de dólares en valor para la fabricación a nivel global.
Cualquier revolución industrial trae consigo cambios rápidos y drásticos, que llevan consigo una ola de innovación que desplaza los sistemas, modelos de negocio e industrias enteras que no se han adaptado y se han vuelto arcaicos. Todo esto con el fin de crear nuevas oportunidades que impulsen el crecimiento y evolución de los negocios. Es por esto que las empresas buscan adoptar nuevas tecnologías, sin embargo, superar las primeras etapas de adopción son un gran desafío.
La Cuarta Revolución Industrial mezcla técnicas vanguardistas de producción con sistemas inteligentes que se integran con las organizaciones y las personas. Schwab, director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF) menciona que “La cuarta revolución industrial, no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital (anterior)”.
Todas las empresas están buscando adoptar nuevas tecnologías, pero la mayor parte de la industria de producción (70%) permanece en el “purgatorio de los pilotos”, es decir, donde los pilotos de tecnología duran períodos de tiempo prolongados, y las empresas no pueden dar el paso final de ampliar tecnologías viables. Actualmente, menos del 30% de las empresas manufactureras están implementando activamente tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial a gran escala.
Empresas “faro”
Los faros son vitales para la navegación marítima debido a que emite una luz potente que atraviesa la niebla y la oscuridad. Estos sirven como guías lo que garantiza un paso seguro. De aquí la analogía para las empresas faro que fue un término adoptado en el Foro Económico Mundial en la Reunión anual 2018 en Davos-Klosters, Suiza, donde líderes de organizaciones públicas y privadas decidieron buscar fabricantes en una amplia gama de industrias que están liderando el camino en la Cuarta Innovación de la revolución industrial. Estas fábricas, reconocidas como “faros” de la Cuarta Revolución Industrial, están comenzando un aprendizaje único viaje que beneficiará al entorno de producción.
Helena Leurent, directora de la Iniciativa Modelando el Futuro del Sistema de Producción en el Foro Económico Mundial, explica que “Las fábricas faros se encuentran en empresas grandes y pequeñas, en todas las industrias y regiones. En lugar de reemplazar a los operadores por máquinas, las fábricas de faros están transformando el trabajo para hacerlo menos repetitivo, más interesante, diversificado y productivo”.
El Foro Económico Mundial realizó una investigación llamada “Fourth Industrial Revolution Beacons of Technology and Innovation in Manufacturing”, que se llevó a cabo en colaboración con McKinsey & Company, esta investigación escaneó a más de 1000 fabricantes líderes. También implicó visitar los sitios más avanzados para ver qué lecciones se podían aprender.
Descubrieron que los faros han logrado adaptar sus operaciones en tres áreas clave, siendo tendencias que ofrecen un modelo a seguir para otros fabricantes.
1. Conectividad
2. Inteligencia
3. Automatización flexible
Reemplazo de equipos
A diferencia de la primera revolución industrial, la situación actual es muy diferente, pues en la primera el equipo mecánico reemplazó a los telares individuales, o durante la automatización, las herramientas fueron reemplazadas por máquinas costosas.
A diferencia de estos periodos con cambios drásticos en el sector manufacturero, esta Cuarta Revolución Industrial tiene muchos beneficios, por ejemplo, la poca necesidad de nueva infraestructura, donde más bien se necesita adoptar las nuevas tecnologías y adaptarlas a las empresas.
La mayoría de las operaciones de las empresas “faro” se crearon al transformar su infraestructura de fabricación existente incorporando maquinaria selecta. Con esto ha obtenido grandiosas ganancias de productividad con una inversión de capital limitada.
Esta Cuarta Revolución Industrial presenta una variedad de oportunidades para impulsar el sector manufacturero, permitiendo que se pueda mejorar las habilidades y los niveles de interés de los trabajadores. Pero obtener los beneficios de esta revolución dependen de los esfuerzos de las empresas para gestionar esta transición.
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