La Industria del Futuro está sustentada en el desarrollo de sistemas, el internet de las cosas (IoT),  la fabricación aditiva, la impresión 3D, la ingeniería inversa, el big data y la analítica, la inteligencia artificial, entre otras. Cuando estas tecnologías trabajan de forma conjunta, generan cambios trascendentales no sólo en la industria de la manufactura sino también en el comportamiento del consumidor y en la manera de hacer negocios. Y, al mismo tiempo, favorecen la construcción de capacidades que permiten a las empresas adaptarse.  

Con estas tecnologías las empresas son capaces de optimizar los procesos actuales, así como desarrollar nuevas estrategias con un enfoque en la innovación. Con los desafíos que surgieron a partir de la pandemia algunas empresas optaron por quedarse y tratar de proteger sus posiciones, sin embargo, esta decisión las fue dejando expuestas, ya que aquellas empresas que se quedaron atrás en sus viajes digitales se volvieron poco competitivas.  

Por lo tanto, ahora más que nunca es importante que las empresas se centren en la innovación de los procesos, los productos y servicios existentes y construyan nuevos modelos comerciales que les permitan prosperar en el entorno económico en rápida evolución.  

Qué es la industria del futuro  

De acuerdo con Deloitte, el concepto de Industria del Futuro incorpora y extiende la conectividad digital dentro del contexto del mundo físico en empresas, redes y ecosistemas. Las tecnologías de la Industria del Futuro combinan información digital de muchas fuentes físicas y digitales diferentes, incluido el Internet de las cosas y el análisis, la fabricación aditiva, la robótica, la informática de alto rendimiento, la inteligencia artificial y las tecnologías cognitivas, los materiales avanzados y la realidad aumentada. 

A lo largo de este ciclo, el acceso en tiempo real a datos e inteligencia está impulsado por el flujo continuo y cíclico de información y acciones entre los mundos físico y digital. Sin embargo, es el salto de lo digital a lo físico, de las tecnologías digitales conectadas a la acción en el mundo físico, lo que constituye la esencia de la Industria del Futuro.  

Innovación antes de protección  

A pesar de que la Industria del Futuro le brinda muchas oportunidades a las empresas y así impulsar la excelencia operativa y el crecimiento empresarial en múltiples áreas, desde productos y servicios hasta cadenas de suministro, las empresas solo usan estas tecnologías para protegerse de las interrupciones, por lo que no explotan al 100% los beneficios que ofrece la Industria del futuro para crear nuevas oportunidades.  

De acuerdo con Deloitte, el 56% de los líderes señalaron que priorizan las inversiones en la Industria del futuro para proteger a sus organizaciones de la interrupción de los competidores, mientras que solo el 26 % prioriza las inversiones en la Industria del Futuro con miras a interrumpir la competencia con nuevas formas de hacer negocios. 

Así mismo, solo el 40% señaló que sus inversiones priorizan el desarrollo de productos y servicios innovadores y diferenciados que podrían generar nuevas fuentes de ingresos.  

Que los líderes solo se enfoquen en la protección de sus empresas podría ser el mayor riesgo, ya que pueden estar perdiendo importantes oportunidades de crecimiento, no como aquellas empresas que por el contrario invierten en innovación y capacidades disruptivas pueden estar mejor posicionadas para crecer a largo plazo.  

De acuerdo con expertos, se ha demostrado que los líderes que se enfocan en la innovación pueden ver un aumento de hasta un 22% en los ingresos y un aumento de hasta el 19% en las ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT).  

¿Por qué innovar? 

Según la investigación de Deloitte, la transformación digital tiene el potencial de aumentar los ingresos de una organización hasta en un 22% y el EBIT hasta en un 19%. Asimismo, se destaca que, los retornos de la inversión centrados en la innovación podrían ser más rápidos, es decir, por lo general, dos años son suficientes para observar los impactos financieros iniciales, en términos de ingresos y aumentos de EBIT, de iniciativas digitales relacionadas con el desarrollo de nuevos productos, servicios y modelos comerciales. 

Aunque la transformación digital, como ya vimos, trae grandes beneficios, las empresas siguen sin innovar, y esto ocurre por diferentes factores como tener la mentalidad estratégica correcta, la combinación correcta de personas y habilidades, además de tener un plan de acción claro, que incluya el momento y el enfoque de las inversiones. 

Aprovechar la tecnología para la disrupción implica realizar algo completamente nuevo, ya sea para impulsar nuevos procesos y reconocer nuevas eficiencias, para aumentar los ingresos mediante el desarrollo de productos y servicios nuevos o innovadores, o para impulsar nuevos modelos comerciales.  

Tanto las estrategias de protección como las de disrupción pueden ser valiosas y críticas para las empresas, y se amplían gradualmente. Pero es importante que las empresas no se queden solamente en la protección si no que apliquen las nuevas tecnologías para innovar y así volverse más competitivas.  

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