Las empresas del Sector Automotriz tenían en mente que necesitaban volverse ágiles, innovadores y resistentes al riesgo, pero el progreso a esos objetivos lo habían hecho demasiado lento, hasta la llegada de la pandemia por COVID-19, donde tuvieron que acelerar este proceso y las motivó a adoptar cambios rápidos y adaptarse a las tecnologías digitales, especialmente la virtualización para permitir conocimientos rápidos y una toma de decisiones informada.
El alto costo de la demora de las empresas se visualizó con el surgimiento de la pandemia, pues interrumpió las cadenas de suministro, detuvo los envíos en seco, encerró a la fuerza laboral en sus hogares y obligó a los fabricantes a ajustar sus procesos existentes para satisfacer la demanda fluctuante de productos y profundos cambios en el comportamiento del consumidor.
Con el contexto anterior más factores financieros y ambientales a largo y corto plazo amenazan con alterar aún más la forma en que se hacen negocios. Las empresas están comenzando a afianzarse y acelerando su transformación y enfoque mismo que no se detiene en lo digital, sino que se extiende hasta la experiencia virtual.
Según una encuesta de BCG, el 75% de los ejecutivos coincidieron en que consideran que la transformación digital es cada vez más urgente a la luz de la crisis del COVID-19, y el 65 % dijo que prevé aumentar sus inversiones en transformación digital. A medida que crece la dependencia de las organizaciones de usar tecnologías digitales, no es una exageración decir que adoptar y administrar tecnologías digitales será fundamental para la resiliencia empresarial.
A partir de lo anterior, las empresas buscan significativamente la adopción de la automatización, el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y el análisis de datos, pues estas tecnologías ya no están dirigidas únicamente a la automatización de procesos existentes, ahora los fabricantes van más allá de lo digital, adoptando plataformas virtualizadas que conectan personas, procesos, activos y sistemas operativos para permitir una visibilidad intuitiva y control sobre todo su ecosistema.
Vishwesh Shete, director global de soluciones de planta, TATA Consultancy Services, menciona que “Extender las empresas digitales conectadas a un ecosistema más grande de socios y proveedores impulsa a las organizaciones a ser resistentes, adaptables e inteligentes… Mientras tanto, la automatización de las operaciones utilizando un modelo de entrega de máquina primero les permite tomar decisiones más rápidas y volverse ágiles. Además, todas estas características permiten a las organizaciones impulsar una alta personalización. A esto lo llamamos fabricación neuronal”.
Uno de los aspectos clave de llevar más allá la automatización, es operar un negocio como una plataforma a través de experiencias de gemelos virtuales, lo que permite monitorear las operaciones actuales y también impulsar optimizaciones. Esto ayuda a las empresas a diseñar el mejor plan posible para optimizar todo el ciclo de vida del negocio, desde la materia prima hasta el producto final en manos de los usuarios finales.
Con lo anterior las empresas logran una vista multioperativa, lo que significa que tienen todos los conocimientos que necesitan para identificar problemas, mejorar la calidad del producto, realizar iteraciones de diseño rápidas, reducir el tiempo de comercialización, optimizar los costos y acelerar la toma de decisiones para que puedan satisfacer rápidamente la demanda de los clientes.
Vishwesh Shete, menciona “Uno de los mayores beneficios de los gemelos virtuales es que permite que las organizaciones estén impulsadas por un propósito en lugar de impulsadas por el producto”.
De igual forma menciona Prabhu Patruni, director global de soluciones PLM en TATA Consultancy Services. “La virtualización permite a los fabricantes operar fábricas de forma remota, facilitar la colaboración en tiempo real entre empleados en diferentes ubicaciones, crear un gemelo virtual de su planta de fabricación y líneas de ensamblaje para optimizar la producción, diseñar y simular el comportamiento de los productos completamente en 3D, y también crear soluciones cerradas. – acciones de bucle a partir de los conocimientos extraídos de la conectividad empresarial, lo que hace que las organizaciones sean resistentes y receptivas a las innovaciones del modelo comercial”.
La fuerza laboral, un requisito para la digitalización
La digitalización de las empresas tiene que ir más allá de la tecnología y los procesos adecuados, pues los proyectos capaces de transformar la organización de fabricación en una operación de plataforma totalmente conectada requieren sin duda las habilidades y capacidades adecuadas en sus trabajadores.
Como menciona Karel Eloot, socio principal de McKinsey & Company “una verdadera transformación requiere una mejora radical de las habilidades de los empleados”. Una encuesta global de McKinsey sobre las necesidades futuras de la fuerza laboral informa que el 87 % de los ejecutivos ya están experimentando brechas de habilidades por lo que se necesitan esfuerzos significativos para mejorar y volver a capacitar a los empleados.
El informe de agosto de 2020 de McKinsey & Company “Construyendo las habilidades vitales para el futuro del trabajo en operaciones” encuentra que, durante la próxima década, casi el 30% de las habilidades físicas y manuales disminuya, pero la demanda de habilidades tecnológicas aumentará en más del 50 %.
“Para respaldar las tecnologías avanzadas, las empresas manufactureras necesitan una línea dedicada de personas con capacitación específica en fabricación avanzada, certificaciones reconocidas a nivel nacional y la capacidad de adaptar sus habilidades a medida que evolucionan las tecnologías”, dijo Hernán Luis y Prado, fundador del taller de Workshops for Warriors.
La pandemia por COVID 19 y la nueva normalidad han dejado en claro a las empresas que el futuro es volátil, por lo que las empresas deben asegurarse de que su gente, procesos, sistemas y cadenas de suministro sean lo suficientemente flexibles y ágiles para adaptarse rápidamente a cualquier circunstancia que surja.
Menciona Lisa Anderson, autora de “Future-proofing manufacturing & the supply cadena post COVID-19”: “Las demandas de los clientes seguirán evolucionando rápidamente, por lo que la agilidad, la flexibilidad y la resiliencia ya no serán solo una ventaja; serán la piedra angular del éxito para los fabricantes que quieran seguir siendo competitivos y rentables”.
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